lunes, 2 de octubre de 2017

Amante Oscuro/Capitulo 1

Capítulo 1

Darius miró a su alrededor en el club, y se dio cuenta, por primera vez, de la multitud de personas semidesnudas que se contorsionaban en la pista de baile. Aquella noche, Screamer's estaba a rebosar, repleto de mujeres vestidas de cuero y hombres con aspecto de haber cometido varios crímenes violentos.
Darius y su acompañante encajaban a la perfección. Con la salvedad de que ellos eran asesinos de verdad. -¿Realmente piensas hacer eso? -le preguntó Tohrment. Darius dirigió su mirada hacia él. Los ojos del otro vampiro se encontraron con los suyos.
-Sí. Así es.
Tohrment bebió un sorbo de su whisky escocés. Una son­risa lúgubre asomó a su rostro, dejando entrever, fugazmente, las puntas de sus colmillos.
-Estás loco, D.
-Tú deberías comprenderlo. Tohrment inclinó su vaso con elegancia.
-Pero estás yendo demasiado lejos. Quieres arrastrar con­tigo a una chica inocente, que no tiene ni idea de lo que está su­cediendo, para someterla a su transición en manos de alguien como Wrath. Es una locura.
-Él no es malo..., a pesar de las apariencias. --Darius ter­minó su cerveza-. Y deberías mostrarle un poco de respeto.
-Lo respeto profundamente, pero no me parece buena idea.
-Lo necesito. -¿Estás seguro de eso?
Una mujer con una minifalda diminuta, botas hasta los muslos y un top confeccionado con cadenas pasó junto a su me­sa. Bajo las pestañas cargadas de rímel, sus ojos brillaron con un incitante destello, mientras se contoneaba como si sus caderas tu­vieran una doble articulación.
Darius no prestó atención. No era sexo lo que tenía en mente esa noche.
-Es mi hija, Tohr.
-Es una mestiza, D. Ya sabes lo que él piensa de los hu­manos. -Tohrment movió la cabeza-. Mi tatarabuela lo era, no me ves precisamente alardeando de eso ante él.
Darius levantó la mano para llamar a la camarera y seña­ló su botella vacía y el vaso de Tohrment.
-No dejaré que muera otro de mis fijos, Y menos si hay una posibilidad de salvarla. De cualquier modo, ni siquiera es­tamos seguros de que vaya a cambiar. Podría acabar viviendo una vida feliz, sin enterarse jamás de mi condición, No sería la primera vez que sucede.
Tenía la esperanza de que su hija se librara de aquella ex­periencia. Porque si pasaba por la transición y sobrevivía conver­tida en vampiresa, la perseguirían para cazarla, como a todos ellos.