Amante Desatado

En las sombras de la noche en Caldwell, Nueva York, se libra una guerra letal entre los vampiros y sus asesinos. Pero también existe una Hermandad secreta que no se puede comparar a ninguna otra que haya existido —seis guerreros vampiros, protegiendo a su raza. Ahora, el helado corazón de un astuto depredador será entibiado....

Despiadado y fascinante, Vishous posee un don destructivo y una terrible habilidad para predecir el futuro. Con un espantoso pasado y como miembro de la hermandad de la Daga Negra, no tiene ningún interés en todo lo que implique amor o cualquier tipo de emoción, salvo luchar contra la Sociedad de Restrictores. Pero cuando una herida mortal le pone en manos de una humana, la cirujana Jane Whitcomb, se ve obligado a revelar todo el dolor que lleva dentro y a saborear el placer por primera vez en su vida —hasta que un destino que él no ha elegido le lleva a un futuro en el que no puede incluirla.

La doctora Jane Whitman, jefa de equipo de trauma cardiaco, está a punto de macharse a su casa tras finalizar su turno como cada noche cuando llega una emergencia al centro médico; un hombre con un disparo en el corazón. Mientras Jane lo examina comienza a abrigar la sospecha de que su nuevo paciente, un hombre de aspecto peligroso y muy apuesto, no es del todo humano.

Mientras se encuentra en recuperación, el desconocido no ceja de buscar el contacto de la doctora, pues parece que la presencia de la mujer le tranquiliza. Y ella, a su vez, se siente extrañamente fascinada por la de él. Jane no tarda en descubrir que su paciente no es otro que Vishous, a quien muchos llaman «V», el vampiro más inteligente de la Hermandad de la Daga Negra. Pero el torturado pasado de este hombre le ha llevado a evitar todo tipo de intimidad con otro ser. La naturaleza de V le impide dejar que nadie vea su lado vulnerable, a excepción de Jane, pues tiene la extraña sensación de que ella, y sólo ella, comprende...

DEDICADO A TI.
NO TE ENTENDÍ AL PRINCIPIO
Y ME DISCULPO POR ESO.
PERO GRACIAS A TU MANERA DE SER,
DE TODAS FORMAS INTERVINISTE
Y LO SALVASTE NO SÓLO A ÉL,
SINO A MÍ EN ESTA MISIÓN.